Lumbago o dolor lumbar es un tema muy común dentro de la población ¿Pero, de que se trata o de donde viene este dolor ?
El dolor difuso de espalda se ha convertido en una pandemia del siglo XXI en todos los países desarrollados, constituyendo un problema sanitario de primera magnitud. Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de la población mundial sufre o ha sufrido de lumbago. El síndrome de dolor lumbar o lumbalgia, se manifiesta en un amplio de pacientes entre 30 a 65 años, sin hacer diferencia de genero. Se estima que el 80% de la población padecerá lumbalgias en alguna etapa de su vida más activa. Chile no es la excepción, donde esta dolencia, según el Ministerio de Salud, es la primera causa de ausentismo laboral en el país. A esta información se suma el “Estudio sobre el Dolor Crónico” realizado por la Asociación Chilena Para el Estudio del Dolor donde el Lumbago representa un 31,8%, siendo la primera causa de dolor crónico en Chile.
La causa más frecuente del dolor lumbar crónico es el desgaste de los discos intervertebrales y las articulaciones posteriores de la columna. Esto forma parte del proceso normal de involución que aparece en la columna vertebral a partir de los 20 años de edad, como ocurre en otras partes del organismo, asociado a una musculatura abdominal y lumbar pobre, sobrepeso (que hace trabajar continuamente a la columna con cargas mayores para las que está “diseñada”), y permanecer de pie durante mucho tiempo y posturas continuas forzadas en flexión lumbar.
Otras causas de dolor lumbar se deben a sobrecarga por trabajo o deportes, lesiones y fracturas, malos hábitos posturales, malformaciones congénitas.
La hernia del núcleo pulposo es la salida del material gelatinoso que se encuentra entre cada vertebra y que sirve como amortiguador a lo largo de toda la columna vertebral. Este material del núcleo pulposo puede romper el anillo que lo rodea y comprimir una raíz nerviosa encargada de transmitir impulsos nerviosos a hacia los músculos de las piernas y de la columna, y generar los intensos dolores en la zona lumbar. En caso mas severos puede comprimir la médula generando déficit neurológico.
La Resonancia Magnética y el TAC o Escáner sirven para confirmar una hernia discal u otra patología específica cuando se sospecha por clínica. Una radiografía solo puede confirmar o descartar una fractura o un proceso artropático avanzado.
El tratamiento generalmente es no quirúrgico, con terapias fisioterapéuticas, y acondicionamiento muscular en la zona lumbar. Si hay déficit neurológico, hormigueo en las extremidades, o problemas para movilizarse, se puede recurrir a la cirugía, sin embargo, las energías están focalizadas en educar a la población para mejorar los hábitos en la postura, ejercicios constantes en la zona lumbar evitando la sobrecarga a la columna, para evitar futuros trastornos.